Puntuación: 9/10
Desde hace ya unos meses viene siendo natural que la escena metalera nacional, capitaneada por grandes grupos como Saratoga, Warcry, Avalanch, entre otros, rudos y fuertes pilares del metal en nuestro país, nos presenten sus nuevos trabajos, mostrándonos que siguen en muy buena forma y que la fuerza y veteranía que desprenden, se reafirma en cada nuevo disco, en los que dejan muy claro que aún les queda mucho que decir y por lo que luchar.
El porqué de comenzar hablando de estas todopoderosas formaciones viene dado a que hoy venimos a presentar el nuevo trabajo de uno de los grupos nacionales que poco a poco se ha ido ganando un hueco entre los grandes, y es que el disco del que hoy vamos a hablar confirma que CENTINELA se han convertido en una de esas geniales bandas que están en boca de todos y que han demostrado de forma sobresaliente su ferocidad en la escena.
Su nuevo trabajo titulado “Teoría de la Fidelidad”, grabado como viene siendo ya costumbre en sus propios estudios, bajo la producción y masterización de José Cano y compañía, nos trae 9 espectaculares cortes, los cuales retumban en nuestros oídos a ritmo de auténtico Heavy Metal con un toque algo distintivo para la propia banda, que muestra una evolución en su sonido en temas con matices a medio camino entre el metal que vienen practicando desde sus cuatro anteriores trabajos, a terrenos más propios del hard rock e incluso del Trash Metal pero sin desviarse de ese pesado y potente estilo Heavy.
Comenzamos escuchando el primer tema “Mi Nombre” que nos introduce en el trabajo bajo el efecto del sonido de una vieja gramola que reproduce unos arpegios de guitarra acústica, los cuales pasados unos segundos desembocan de manera salvaje contra la base rítmica de Centinela y la potente voz de José Cano. De este corte podemos destacar, como de una manera mas calmada, la batería de Michel y el bajo de Javier Simarro se mezclan en el tornado de afiladas guitarras de Fernando Moya y Juan Parreño, la voz de José nos golpea con sus desgarradores agudos y su agresividad, el estribillo es un torrente de distorsiones y golpes de batería que de pronto dan paso de nuevo a los arpegios de guitarra acústica que se acaban entrelazando con los punteos de guitarra eléctrica, dando paso a unos riffs atronadores y poderosos que retoman el rumbo de la canción hasta finalizar de nuevo con esos arpegios guardados bajo el umbral del efecto gramofónico.
El siguiente tema “Más Fuertes” empieza con un interesante riff de guitarra que convoca posteriormente a una de las bases rítmicas más potentes del plástico, con la cual no podemos resistir mover la melena. Tema directo que se cuela a golpes de batería en nuestra cabeza y nos hace apretar la cara con su estribillo, tras el cual se suceden unos cambios de tempo innovadores propios del metal progresivo y que nos introducen de lleno en un pedazo de solo al más puro estilo Hard rock mientras las guitarras bailan a su compás. La canción se retoma tras un verso el cual José sazona con toda su rabia. La voz, es agresiva y aguda hasta más no poder, y el estribillo nos inspira esa fortaleza y orgullo con los que nos podemos sentir identificados, como muy bien nos dice su título. Los agudos de Cano nos demuestran una y otra vez que estamos frente a uno de los mejores vocalistas y con más garra de la escena metalera nacional.
El tercer tema “Dulce Compasión” nos trae de primera mano la voz de Cano en una tesitura mas grave sobre unas guitarras acústicas en forma de introducción, poco a poco va adoptando su registro natural hasta que hace explosión una segunda introducción con ritmos que pueden recordar a formaciones tales como los americanos Alter Bridge. Enseguida el verso se hace presente con la voz de Cano desgarrándose sobre una contundente base rítmica donde el bajo se hace destacar, todo se va acelerando y la voz va subiendo poco a poco hasta culminar en un agudo perfecto que da entrada a un puente que nos recuerda a la segunda introducción pero mas endurecida y mas frenética, la canción se va sucediendo como una apisonadora hasta chocar con un estribillo más melódico, tras el cual las guitarras desgarran todo a su paso, y la batería avanza a doble pedal y golpe de caja incesante, hasta llegar a su último estribillo; una de las composiciones mas originales del disco sin lugar a dudas.
“Hablo de Vivir” es un tema con mucha expresividad y dureza donde las protagonistas indiscutibles son las pesadas guitarras que nos arrollan de manera imponente nada mas comenzar el tema, haciendo que sus riffs nos recuerden a formaciones como Disturbed o Machine Head. Los primeros versos nos introducen en lo que será una de las canciones mas duras del disco, donde la voz de Cano nos golpea con letras que vuelven a hablar de permanencia ante la vida, fortaleza y templanza, desembocando en unos riffs metálicos que nos envuelven en un medio tiempo sin tregua, el cual da paso a un pegadizo estribillo que aporta un toque algo mas “comercial”, donde las guitarras lo desgarran todo, junto a la voz de Cano, en una atmósfera de auténtico Heavy Metal. Los solos que a continuación se suceden nos muestran gran variedad de matices muy interesantes, donde incluso se puede escuchar alguna progresión neoclásica y oscura, pero 100% Heavy Metal. La canción termina de manera muy bruta con un agudo imposible y una sucesión de ritmos muy propios del metalcore.
Cuando comenzamos a escuchar “Inevitable” enseguida sentimos estar frente a la balada del disco, en efecto así es, aunque guarda un sorprendente e inesperado final, que hace que el tema tome rumbos algo más creativos que las baladas convencionales.
Al hablar de esta canción podemos decir que tiene un corte hardrockero muy personal, las guitarras se debaten entre el rock clásico con cierto color a blues, con unos armónicos muy detallistas, que son acompañadas por la interpretativa voz de José en un cúmulo de sentimientos que nos transmiten la impotencia y rabia del personaje y que se hacen mucho más presentes cuando tras un silencio entra el duro estribillo, donde las distorsiones de Juan Parreño y Fernando Moya se compaginan perfectamente en el contexto de balada, y la tesitura ahora mas aguda de Cano, llegando a notas muy altas. Podemos notar la gran influencia clásica de grupos como Iron Maiden y como poco a poco la canción se endurece estallando en un contundente final donde Michel demuestra su buen hacer a las baquetas y Javier nos obsequia con un bajo muy cuidado.
“La Sentencia” es un tema que avanza “a machete” en el disco, la introducción nos muestra una buena variedad de riffs y ritmos que se suceden uno tras otro, cambiantes y originales hasta el comienzo inminente de los versos donde la voz de Cano se retoma agresiva tras el anterior tema donde se ha mostrado mas suave, mezclando tesituras graves y ciertamente guturalizadas con agudos desgarradores, buen comienzo para retomar el ritmo frenético del disco. El largo estribillo se nos hace agradecido, es una de las mejores partes de “Teoría de la Fidelidad”, puesto que nos inspira gran fuerza y épica y refleja muy bien la temática del nuevo trabajo. Los grandes solos a continuación nos elevan a terrenos más clásicos y las progresiones hardrockeras se hacen constantes, la originalidad desborda cuando se entrelazan con unas guitarras acústicas tocadas con muy buen gusto y que acaban en una parte muy rica en melodía y gran sentimiento, creando un puente perfecto al último estribillo del tema. La canción termina con unos riffs arrolladores que nos recuerdan a los versos. Para mí sin duda el mejor tema del disco a nivel personal.
El siguiente tema “Siéntelo” nos acaricia a puñetazos de auténtico rock, con un toque más innovador pero con ritmos y melodías muy propias.
El tema es un claro mensaje de que nuestra música esta evolucionando, que como ellos dicen, “el rock ha cambiado” pero sigue siendo salvaje y desenfrenado, y la canción así lo expresa. Los versos nos transmiten la fuerza y sensualidad propias del Hardrock, las guitarras retumban en nuestros oídos y la base rítmica nos habla con golpes de auténtica nostalgia ochentera y de actual ferocidad metalera. El estribillo a continuación se sucede con un doble pedal suave y unas guitarras que acompañan a la perfección la voz que no varía demasiado en cuanto a registro.
A continuación da paso una parte oscura de potentes riffs inspirando de nuevo esa dureza característica de la banda, de la que brota un grandioso y cuidado solo que abandera sobresalientemente el tema y que da paso a la letra del siguiente verso, mensaje directo a la mente del público, nuevas bandas con grandes apuestas emergen para crear un renovado imperio, y el verso lo recalca con contundencia.
“Somos los nuevos malditos, mas endiablados y vivos.”
El tema termina con una explosión de distorsiones que dan paso a “Seis”, un gran tema, técnico y moderno que nos recuerda de nuevo a bandas tales como Machine Head o Killswitch Engage, el verso es todo dureza y contundencia, y el conjunto al completo nos aprieta como si de una soga doble se tratará sin dejarnos respirar a ritmo frenético, un tema que va creciendo y avanzando con mucha energía, una voz sobresaliente de Cano nos introduce en el estribillo, todo un torrente de Heavy Metal, tras el cual la canción se sucede hasta el minuto 2:40 por ese mismo camino, hasta que el grupo comienza a deleitarnos con toques mas propios del Trash Metal con ritmos y breaks de batería muy destacables, dando paso a un afilado solo que restalla contra el estribillo final.
Llegamos al final de “Teoría de la Fidelidad” con un gran tema, perfecto y aplastante punto y final para este último trabajo de Centinela.
“Arriésgate” es un tema que poco a poco va creciendo y a pisotones se hace un hueco en nuestros oídos, una canción moderna, con arreglos muy propios del Trash Metal y que pone la guinda decisiva a este quinto lanzamiento de los albaceteños.
Todo empieza insinuante con un punteo de guitarra que nos transporta la voz de Cano a nuestro reproductor como si desde otra dimensión fuera despertando, la base rítmica hace estallar unos versos llenos de rabia y cuerpo, poco a poco aumenta la densidad, las guitarras de Juan y Fernando chispean malévolas alrededor de la afilada y tajante voz de Cano, el bajo de Javier restalla fuertemente y la bateria de Michel avanza a doble pedal en una avalancha imparable en el estribillo, un solo se da lugar gritando entre la oscura y metálica atmósfera de la que nacen unas guitarras que afilan sus garras contra todo lo que encuentran hasta el impresionante y poderoso final, donde tras un silencio una guitarra española nos habla diciendo que todo ha terminado.
Mi conclusión ante este nuevo trabajo y tras la larga crítica aquí presentada es que Centinela, una vez más ha demostrado que se encuentran en la mejor de las formas, listos y preparados para ascender en la escena nacional al lugar que se merecen. “Teoría de la Fidelidad” se reafirma a si misma como un disco lleno de espíritu, contundencia, declaración de intenciones, fuerza y por supuesto evolución, ya que muestra a unos Centinela muy mejorados, mas vivos y feroces que nunca.
Lista de Temas:
CENTINELA son:
Sitio oficial: www.centinelametal.net
Simarro